martes, 27 de marzo de 2007

Estaba ciego; estaba.



Esto no salió de ningún guión
de ningún libro
ni cuento.
Esto lo dijo la Deby, mi amiga. Lo posteó por ahí.


"Y después de 3 añitos volverte a tener acá va a ser lo máximo....mejor aún si volvemos a estar todos juntos como antes... con saber que vamos a ser de nuevo una familia no necesito tener regalos para mi cumpleaños, porque ustedes son el mío.
Y pensar que nunca creímos en este día, y pensar que lo veíamos imposible..."

estaba ciego, sí, había literatura al lado mío!

jueves, 22 de marzo de 2007

Bajón (a propósito de todo)

- ¿Te pasa algo?
- Sueño. Tengo sueño.
- Dejémoslo hasta aquí entonces.
- Mejor.
- No quiero seguir hablando.
- Está bien - le digo.
- Oye.
- Qué.
- ¿Hechas de menos el pub?
- Claro.
- Yo también.
- Sí, sé. Cómo no voy a saberlo.
- Claro.
-...
-...
- Es raro esto del tiempo - le digo -. Esto que todo pasa y nada queda...
- Sí.
- Raro.
- Raro.
- Mejor no hablemos más. No nos conviene.
- Nunca nos conviene. Nunca.
- Bajón.
- Bajón.
- Hablamos, entonces.
- Claro.
- Hablemos.
- Hablemos - le digo.
- ¿Chao?
- Chao, entonces.
- Chao.

Nada que hacer. José Luis Cox.
Por Favor, Rebobinar.

lunes, 12 de marzo de 2007

siempre Volver


Sí, porque no puedo negar mi enamoramiento a primera vista del mundo de Almodóvar.
Nosé, por más que uno se retuersa en lo improbable, en lo inverosímil, siempre vuelve a la calidez chocante del cine español. A la brutalidad cotidiana más bella de todas.

Estoy enamorado de Volver.
Volver
Volver

Sus colores, su estética
Penélope,
La vibra que me da siempre que la veo.


El lapsus que enriquece un poquito una rutina con tan poco brillo.


Eso.

viernes, 9 de marzo de 2007

20´s

Cuando uno llega a los veinte, parece que es mucho, y a la vez poco. Mucho para uno mismo, eso no es tan difícil sentirlo; pero poco para todos los demás. Uno llega a los veinte y se siente engañado, embaucado. Diferente, y terriblemente perdido.

Y no es que eso sea malo. Tampoco bueno.

Esto es de hoy mismo: Cito un fragmento de Lucas García, Una estella-y-media, el primer capítulo de Por Favor, Rebobinar del ya conocido ex escritor A. Fuguet.

Enjoy.


"El otro día estaba leyendo una revista de cine española y me encontré con un reportaje bastante bueno sobre Eric Rohmer y su obra. Que yo sepa, no hay ninguan película de Rohmer en video y nunca se ha estrenado una comercialmente en Chile, aunque una vez vi en el Espaciocal una que se llamaba El amigo de mi amiga que me encantó de verdad. En el artículo salía que el viejo Rohmer partió como crítico de cine y escribió un par de libros sobre directores y pertenecía a un clan de cinéfilos en los que estaban Francois Truffaut y otros futuros cineastas más, gente muy alienada que se pasaba viendo películas y tomando cafés en cafés para analizarlas una a una. Y había una cita, del propio Rohmer, que subrayé. Dice:

"Nuestros veinte años no fueron desafortunados pero sí bastante grises. No vivíamos más que de esperanzas; no vivíamos realmente. A quien nos preguntaba: pero de qué viven ustedes, nosotros acostumbrábamos responder: nosotros no vivimos. La vida era la pantalla, era el cine".


La cita, obviamente, me identifica. O me identificaba. Sólo habría que cambiar algunas palabras. Desde luego, nosotros por yo. Y cine por video. Aunque quizás, ni siquiera eso".


Quizás algunos eligan las películas, otros los estudios, otros la música. Etc. La sensación toma diferentes formas, y pareciera que cada una de ellas es equívoca. Sin embargo, cada una es válida y ayuda.
Como dijo Samhanta (Natalie Portman), la chica de Garden State:

Esta es la vida
Es real
A veces duele mucho
Honestamente, es lo único que tenemos.



y no se trata de ser pesimista.

viernes, 2 de marzo de 2007

Edmundo Paz Soldán: aspirar a la universalidad.



La primera vez que leí acerca del escritor boliviano fue en algún pequeño foro que replicaba a una entrevista a Alberto Fuguet. Una niña decía que, sinceramente, le gustaba más Edmundo Paz Soldán. Yo atiné a copiar y pegar rápidamente su nombre en la barra Google. Tate. Apareció Mcondo, el Crack, la literatura light, comercial, etc. Todo entrevezado en críticas virulentas en contra de este escritor, que hace las veces - o hizo, aún no sé demasiado - de oveja negra de la tradición literaria de su país.
Además, varios cuentos de él dan vueltas en la red, lo que no es malo.
Acabo de imprimir unos cuantos para leer acostado con mi Discman. A ver que tal.

Agrego algunas confesiones del escritor del 2003. Muy ad hoc. Muy concecuente, maduro, sencillo; asumido. Al menos así me parece.


"Comencé a escribir en serio cuando estudiaba en Buenos Aires, hacia 1986. Escribir en serio significa, para mí, reescribir. Tenía diecinueve años. La ignorancia es atrevida: yo no conocía la tradición boliviana y decidí crearme la mía propia y mirarme en el espejo de Borges, Kafka y Vargas Llosa."
¿Dónde están los mineros?

"A partir de ahí comenzaron a surgir las críticas, sobre todo de parte de esos poetas y narradores que se las daban de malditos —algunos periodistas, algunos críticos, muchos de ellos de la carrera de Literatura de San Andrés. Se me dijo que en mis libros no estaba el país. ¿Dónde estaban los campesinos? ¿Dónde los mineros?

Se me dijo que yo no sufría, que Bolivia no me dolía (supongo que esos críticos con los que jamás había intercambiado palabra alguna me conocían muy bien, y supongo que también pensaban que la medida del escritor la daba el sufrimiento: país sufrido como pocos, me pregunto, entonces, por qué no tenemos la mejor literatura del mundo).

Estas críticas las viví con un gran sentido de culpa. Era inmaduro. Y la formación católica, bueno, no es fácil desecharla del todo. Decidí expiar la culpa con una novela: Alrededor de la torre. Era mi novela “boliviana”, en la que me atrevía a mirar de frente el problema del racismo en el país.

Y las críticas arreciaron: imagino que a algunos la novela, simplemente, no les gustó. Soy el primero en reconocer sus defectos. Pero otros dijeron que alguien que jamás había sufrido en carne propia el racismo era el menos indicado para escribir sobre ese tema (si los escritores sólo pueden escribir sobre lo que viven en carne propia, digamos que adiós literatura).

Me di cuenta de que ciertos frentes de batalla estaban trazados, y que yo no convencería a mis críticos de nada ni ellos tampoco a mí. Eso me liberó. La liberación ocurre gracias a los gestos más impensados.

Sin la gran tradición

Decidí, entonces, volver al principio, pero con una diferencia: ahora no era la ignorancia la atrevida, sino el conocimiento de causa. Si al principio no sabía de crítica o literatura nacionales, ahora sí sabía, pero tampoco me interesaba mucho entroncarme en nuestra gran tradición o esforzarme por seguir cierto dogmatismo crítico.

Las tradiciones, ya lo sabemos, se pueden tornar agobiantes cuando se las vive como obligaciones. Y las lecturas críticas son sólo eso, lecturas de críticos, ejercicios del criterio que pueden tornarse descriteriados cuando se convierten en culto de algo: del color local, de los que han sabido retratar mejor que nadie al aparapita paceño, del centro, de los márgenes, del margen del margen.

Aspirar a la universalidad

Y, sí, me alejaba de la tradición sabiendo, paradójicamente, que ese alejamiento era parte de la tradición: por más que dé mil volteos, desconozca o niegue a la literatura nacional o ambiente mi próxima novela en la China, soy parte de la literatura nacional. Como también me gustaría ser parte de la literatura latinoamericana y, por qué no, de la universal. Todo escritor boliviano debería aspirar a la universalidad.

Por supuesto, estoy consciente de los riesgos que implica mi proyecto narrativo: juntar elementos aparentemente incongruentes entre sí, elaborar una reflexión sobre el impacto de las nuevas tecnologías —la fotografía digital, la computadora— en el contexto de una novela realista, tradicional, de corte político-social, ambientada en uno de los países más atrasados del mundo.
No me molesta lo de light

Digamos, juntar Borges con Vargas Llosa, y añadirle un toque de ese grande de la ciencia-ficción que fue Philip Dick. Ahora sí lo puedo decir: mi proyecto se funda en las críticas que recibí en Bolivia hace algunos años. Y me gusta el riesgo, me gusta que me digan que no se puede hacer lo que hago, o que lo que hago no cuaja del todo.

Alguna vez me molestó que me dijeran que soy un escritor light; ahora ya no. Como dijo Roberto Bolaño, las malas críticas me las he ganado en el frente de combate, y no en simulacros de guerra. Incluso a ratos me arrepiento de todas las polémicas en las que incurrí.
Mundos autónomos

Para mí, lo ideal sería que la novela pudiera crear un mundo autónomo y no tuviera que depender de la realidad para legitimarse. Creo firmemente en las ideas de Vargas Llosa acerca del “elemento añadido” en la ficción. Es decir, mi versión de Cochabamba, o Bolivia, o América Latina es una versión distorsionada, en la que se encuentran añadidos muchos elementos que no forman parte de la realidad, o se encuentran radicalizadas ciertas tendencias incipientes de esta realidad. No se trata de ver cuán fiel a la realidad es mi versión de ésta, sino de ver si mi versión distorsionada puede alcanzar una autonomía estética, una coherencia narrativa propia.

Por supuesto, cuando uno conoce muy bien el referente —cuando uno es cochabambino, o boliviano, o latinoamericano—, ese referente se cuela en la lectura y a veces es imposible separarlo de la versión de éste que uno está leyendo. Y coteja. Y no se la cree. Son los riesgos, en todo caso, asumidos.

Prefiero, en todo caso, fracasar en el intento que dedicarme a escribir novelas convencionales, en las que no haya apuesta alguna. Hace unos quince años yo buscaba leer novelas perfectas, redondas, obras maestras."

Confesión completa: http://sololiteratura.com/edm/edmconfesiones.htm


miércoles, 21 de febrero de 2007

Salir afuera (en la muchedumbre).



“¡Yo soy yo! ¡Mi alma será pequeña. Pero es mía!” Y sintiendo en esta exaltación de su voz como si éste se le fuera hinchado y la casa le viniera estrecha, salió a la calle para darle espacio y desahogo.

Apenas pisó la calle y si encontró con el cielo sobre la cabeza y las gentes que iban y venían, cada cual a su negocio o a su gusto y que no se fijaban en él, involuntariamente por supuesto, ni le hacían caso, por no conocerle sin duda, sintió que su yo, aquel “¡Yo soy yo!”, se le iba achicando, achicando y se le replegaba en el cuerpo y aun dentro de éste buscaba un rinconcito en que acurrucarse y que no se le viera. La calle era un cinematógrafo y él sentíase cinematográfico, una sombra, un fantasma. Y es que siempre un baño de muchedumbre humana, un perderse en la masa de hombres que iban y venían sin conocerle ni percatarse de él, le produjo el efecto mismo de un baño en naturaleza abierta a cielo abierto, y a la rosa de los vientos.

Sólo a solas se sentía él; sólo a solas podía decirse a sí mismo, tal vez para convencerse; “¡Yo soy yo!”; ante los demás, metido en la muchedumbre atareada o distraída, no se sentía a si mismo.

Niebla.Unamuno.

martes, 20 de febrero de 2007

Un cine de chilenos

A veces uno encuentra lo que busca en lugares inimaginables.

Mientras leía un documento de la revista electrónica Fuera de Campo, pensaba - esto no tenía que ver con qué leía - que un gran número de personas se ha acostumbrado a agrupar genéricamente el cine nacional como un "nuevo cine chileno" o quizás un "risorgimento", que dista de ser tan rectilíneo como se pinta. Incluso recordé que alguien dijo por ahí que somos privilegiados de ver nacer una "generación" de jóvenes cineastas de Chile, punta de lanza para la futura industria cinematográfica nacional.
Dejando fuera del angustiante concepto de generación, que me compromete en particular, mi duda era hasta qué punto hablamos de "chileno" en nuestros asuntos, ya sea cine, música, ropa, etc. Como que ya el término nacional esta generando barreras injustas para todos. Claro, si nos quisiéramos definir de alguna forma.

No creo que se haga cine chileno o que escuchemos musica chilena. O que vistamos a la moda nacional. Hoy más que nunca somos ciudadanos universales. Las barreras del país, para fortuna o para desventura, ya se han volatilizado hace rato. Las expresiones artísticas y cotidianas no se pueden entender con gentilicios, creo yo.



Nos influenciamos por una cantidad alucinante de ideas, y algunos, más astutos quizás, nos dan luces de originalidad en, por ejemplo, sus películas. Ver a un joven director acaparando las salas es inmediatamente el camino directo a Hollywood. O ver un trailer del estreno esperado del año con música, no sé, de AudioSlave, nos hace decir :"Oh, ésta si que será bacan". Y nunca supimos lo que dijo la canción. O incluso una vigorosa cámara en mano de una escena de violencia callejera, en pleno Santiago, estilo Private Ryan.


Pero todo eso no tiene porqué ser malo, o bueno. Es nomás.

Creo que es irrelevante, hasta cierto punto, que halla un cine de Chile para el mundo. Salvo las referencias para entender los argumentos. Y apenas.

Si nos tienta el costumbrismo, hay harto para ver ya. Si queremos conocer el Cine de chilenos de hoy, bueno, mejor aún, adiós chile y veamos cine universal. Hasta a Woody Allen nos pueden saber las nuevas propuestas.


Al menos creo que para allá vamos.



Recomiendo leer la editorial Diciembre 2006 de Fuera de Campo. Es bien ad hoc.

viernes, 19 de enero de 2007

Pajarístico J.L.M.

No recuerdo como es que llegé a acordarme de Juan Luis Martínez hace un rato.
Lo que sí (y es chistoso) es que cada vez que paso por el centro y veo el rayado "los pájaros hablan en pajarístico" pienso que muy pocos de los muy pocos que lo leen saben la potencia creadora del poeta.

Aquí un poco de las sobras interpretativas que nos dejó Juan de Dios.

Para entender a Juan Luis Martínez es necesario someternos al silencio. Martínez era básicamente un poeta del silencio. Con una constante preocupación por no perder esta cualidad. El silencio de Martínez es un silencio zen, que pretende leer la occidentalidad desde una perspectiva oriental, pero a la vez es un silencio derivado del silencio del autor francés y precursor del simbolismo, Stéphane Mallarmé. Es un silencio que tiene su origen en el núcleo mismo del lenguaje y en la esencia de la comunicación, como el silencio en medio del pentagrama para los músicos de una orquesta sinfónica. Es decir, el silencio visto como una literatura universal entre líneas, entre párrafos, en el blanco de la hoja. Un silencio que escapa a lo poético: Juan Luis Martínez alimentó su propio mito al convertirse en un ser reacio a las entrevistas, y una de las pocas que concedió fue a Roberto Brodsky cuya motivación fue “hablar del silencio”.


A lo largo de sus trabajos, Martínez ha querido representarnos al silencio como elemento en oposición al caos del lenguaje, que se pervierte, se desarma, se destruye. Esta pugna tiene como principal escenario La Nueva Novela, aunque es posible encontrarla en sus otras creaciones de forma intermitente.

Juan Luis Martínez, ya sea en su actitud, concepción de mundo, o en sucesos en los que influye más el azar que otros elementos, practicó el silencio como una premisa vital. El silencio no sólo es una automarginación del lenguaje, en todas sus esferas, sino que es utilizado como desensamblaje del caos de la comunicación. El lenguaje visto como herramienta del poder.

publicación original:

Juan Luis Martínez: el nombre tras la tachadura
Daniel Hidalgo

http://virginia-vidal.com/publicados/ensayos/article_303.shtml


un poco del autor ;)
http://www.memoriachilena.cl
Observaciones sobre el lenguaje de los pájaros (esta me gusta)
La reconfiguración del concepto de autor. Alteridad e Identidad en la poesía de Juan Luis Martínez



(los pájaros no cantan: los pájaros son cantados por el canto: despajareándose de sus pájaros el canto se de-en-canta de sí mismo: los pájaros reingresan al silencio: la memoria reconstruye en sentido inverso "El Canto de los Pájaros": los pájaros cantan al revés)


miércoles, 17 de enero de 2007

The Dreamers: In heaven, everything is fine.

La mayoría de los "crític@s" que se atreven a publicar sus comentarios sobre cine en foros o en pseudo espacios de opinión pública, toma una dramática posición frente al film: o es muy buena, hermosa, magnífica, magistral, o es malísima, mal montaje, mala fotografía, malas actuaciones, etcétera etcétera.

Cuando me puse a leer un poco de crítica sobre la alucinante Eraserhead (diablos, ya me puse de su lado), no resistí agregar al blog un comentarioque me produjo una fuerte crisis intelectual.
Digo, la comparación hard-surrealista con Jodorowsky no tenía precedentes en mi memoria forística.

Aquí un poco del comentario.


(...) si claro .... con los puntos suspensivos intento no extenderme en vano de lo que supuestamente Lynch intente describir ( que el mismo afirmo que no tenía ni idea del significado de la obra , lo cual solo puede juzgarse como un experimentalismo efectista , una sucesión de imágenes sin concesión artística , puro abstractismo al servicio de la nada ( mas si su significado es inane no hablamos de comunicación asistemática , mas bien pura vanidez neurótica ) ... por supuesto , yo idealizándola quizas en exceso , descifré entrecomillado los diversos significados y simbología ( tan deífica como puramente tarotista , hasta por buscar coincidencias se podría interpretar la simbología del número del portal .... la muerte representada ... lo cual se podría tb especular que el destino final de la crispación y ell automatismo del individuo es la muerte ,el camino más peregrinado después de la Meca ) . Ahora comparar a Lynch con el señor Jodorowsky es como comparar una mosca con una tarántula de fantastic factory ( sobre todo en el terreno del ocultismo , el medio onírico ... y en definitiva el hard surrealismo ... medios en los que Jodorowsky , considerado el payaso metaísico , dedicose con mayor precisión y tiempo al estudio de las ciencias ocultas ... la comparación es puro ridículo ) y los medios impartidos , pues en sí en el Topo la escena del paradójico suicidio ( completamente involuntario ) en la iglesia expresa perfectamente el índice de manipulación de conciencias ( emisora , la alta burocracia , evidentemente ) bajo el poder absoluto y la demagogia barata ( completamente exagerada ) de los altos cargos ( en este caso , eclesiástico ) , la crucifixión del cordero en la torre es pura simbolgía Tarotista ( cambió de sintesis , el renacimiento del alma , mayormente mistificado y representado en la escena de la cueva con la vieja anciana curandera ) por lo que su significado es puramente objetivo ... al contrario de esta película , cuyos efectismos ( nunca yendo al grano) asombrarán por su impacto visual pero acaso su contenido tiene alguna aseveración profunda ? la respuesta es negativa , todo son hipótesis fallidas vertidas por la ignorancia del individuo ( dado el ya comentado comentario del señor Lynch ) solo digna por su conseguida atmósfera ( realmente desasosegante ) y muy àpta como antípoda al modelo Aristotélico , es decir modelo anti-comercial , modelo intimo y personal . Estoy con el señor Guardian Ciego .... sobre todo en el apunte de que por saber y conocer quien es la mano firmante , se llega a laudear e idolatrar ( si la dirigiera el señor Abel ferrara , a saber cuantos ceros caerían ) (...)


Okey, pero...
donde está Cabezza Borradora?

en todos lados, díganme.


link permanente
http://dreamers.com/web1/i/peliculas/e/98/p/foros/foro.html


domingo, 14 de enero de 2007

Ojo de Loca no se equivoca

Sección Columnistas de la Nación.
Recuerdo que vi en la tele lo que le pasó a Lemebel en Puerto.

Otra vez la insufrible homofobia.

Pedro Lemebel

Pareciera majadero que cada semana enfrento este espacio con cierta premura (qué palabra más siútica). Pero para un escritor, mantener esta columna con cierta dignidad literaria no es fácil. Sobre todo cuando recién cambiado de domicilio a un cuarto piso céntrico, mientras garabateo estas letras, me golpea la puerta el vecino del tercero porque le afecta la música que envuelve esta narración. Y bueno, me digo bajándola al mínimo, no podría vivir sin música. Pero ahí aparece de nuevo hundiendo el dedo en el timbre, y con furia asesina me grita que “aunque yo apague esa música, él la sigue escuchando”. Pareciera una frase romántica o un posible tema para otra crónica marucha, así lo pienso apagando mi pobre equipo, que ni siquiera es la súper máquina musical que tienen todos en este país. Y procedo a guardar los cedés de Bola de Nieve, Lucha Reyes o Violeta Parra. Entonces intuyo que a mi vecino le molesta mi música por mis gustos musicales: populares, políticos y también de cierta homosexualidad criolla. Quizás, si escuchara tecno a reventar las orejas, el tipo podría dormir en paz.

Bostezando y hastiado del hostigamiento, me digo que esta crónica la terminaré mañana, y me voy a la cama para ver una película. Pero esta vez el vecino regresa a patearme la puerta porque no resiste que a esa hora, cuando la gente decente duerme, yo vea “Priscilla, la reina del desierto”. Puedo entender sus razones laborales, y parando el video me resigno a coger el teléfono y llamar a alguna amiga desvelada para fantasear un poco. Esta vez, el ogro me grita por la ventana que deje de hablar porque no puede conciliar el sueño. “Como vos soi artista…”, gruñe con los dientes apretados echando espuma. Y recién ahí me doy cuenta que el problema no es de audio. El tipo no soporta mi presencia en el edificio. Y esto lo confirmo cuando al día siguiente lo encuentro en la entrada y se me viene encima para golpearme gritando que no lo dejo vivir con mis ruidos.

“Te voy a sacar la conchetumadre”, me grita a mí que, aterrado, no sé cómo reaccionar frente al monstruo. ¿Qué he hecho? ¿Qué le has hecho, Pedro?, me diría cualquiera que le contara esta pesadilla. Y nadie entendería que la triste respuesta es ser como soy, en fin... existir; sólo eso, existir. Es posible que los odios sobre las minorías en este país hipócrita se guarden bajo la almohada y sólo exploten cuando una situación doméstica los saca a flote. Es posible que bajo esas risitas políticamente correctas que me soportan en esta ciudad se oculte una homofobia virulenta. Es fácil tolerar a los homosexuales, pero lejos, muy lejos, ojalá en la isla que imaginó Lafourcade para nosotros, o en ese gueto de “mafia cruel”, como nos calificó la senadora de derecha acosando con su doberman nazi al alcalde de Coquimbo. Es fácil saber que existimos y hacer como que nada, pero constatar que tenemos voz, humor, risa y que algunas escribimos como diosas proletarias, izquierdistas, anarcas y maricones a la vez, no lo pueden soportar. Resulta ser una piedra en el zapato para cualquier vecino conservador de departamento céntrico que no quiere que sus hijos se encuentren en el ascensor con nuestros ojos de cejas depiladas.

Vivo solo y, por decir lo menos, me sentí doblemente indefenso frente a esta máquina de agresión machista. Nunca aprendí a pelear o dar combos. Quizás por eso escribo. Y recuerdo la respuesta del artista Juan Dávila al contarle algo parecido: “Tú no necesitas golpear, Pedro, tu cara es un golpe para muchos”.

Después de darle mil vueltas a mi situación de fragilidad frente a la fiera homofóbica, pensé que este país –por suerte– era otro, que teníamos una Presidenta, que el tirano era un polvo maloliente, que la causa gay había logrado derogar el artículo 365 de la discriminación, y aunque me cuesta mucho me dirijo a la Primera Comisaría a estampar la denuncia por amenaza y hostigamiento. Mientras camino hacia allá me resuenan las palabras de mi madre diciendo: Nunca permitas que nadie te ofenda. Nadie tiene el derecho de golpearte. Si lo permites, toda tu vida de activista defensor de los derechos humanos y esas cosas no habrá servido de nada. Ni siquiera el Premio Anna Setgher que recibí el año pasado en Berlín como defensor de las causas minoritarias. Igual no quería llegar al trámite de la denuncia, y menos a seguir el asunto en tribunales. Pero la vida se me dio así. La homofobia es una engañosa peste que se camufla bajo la lengua de un país próspero y democratizado.

Otra vez me asalta el miedo; lo tuve también hace poco en Puerto Mont, cuando un facho me apuntó con una pistola en la Feria del Libro. Por suerte, mis amigos del Frente Patriótico lo redujeron rápidamente. Ahora vuelvo a tener miedo, y ya no es por un torero.

http://www.lanacion.cl/

Cinépata y Fuguet al ataque.

Es una cita dentro de otra cita.
Pueden revisar el blog de la productora Cinépata está bastante bueno.
Hay unos links para ir a loos blog de Fuguet y otros.

Los ambiciosos pasos de Fuguet

Después de estrenar su primer largometraje, "Se Arrienda", Alberto Fuguet no ha parado ni un minuto. Junto a un grupo de amigos creó la productora Cinépata, cuya agenda incluye varios proyectos: desde producir la cinta "Malta con huevo" hasta armar reportajes para TV. El producto estrella, sin embargo, es la segunda película del escritor: "Perdido". Recién terminó el guión y se decidió a dar los detalles.

Por Soledad Escudero

Fuguet quiere ser como Clint Eastwood. Lo reconoce sin pudores. De hecho, para el estreno de "Se Arrienda", su primera película, repartió santitos con la cara del director de Hollywood. No era azar: en la cabeza ya tenía claro que quiere seguir a pie juntillas el modelo de trabajo del norteamericano. Mucho más ahora que el escritor chileno está montando su propia productora, Cinépata. "Una de las cosas que me gustan de Eastwood es que asume riesgos artísticos. No se deja llevar por las modas. Y yo quiero que ése sea nuestro sello", dice Fuguet.

El autor de "Sobredosis" mira con admiración lo que Eastwood ha hecho con su productora Malpaso. Quiere sacar lecciones de ella: la capacidad de trabajar con un mismo equipo, hacer películas de calidad, pero con poco presupuesto, y, sobre todo, realizar cintas al estilo que se le antoja. Incluso, si se le pregunta qué tipo de películas le gustaría hacer, uno de los primeros nombres que lanza es "Million Dollar Baby". Así de ambiciosos son los sueños de Fuguet.

sobre: Malta con huevo.

Él reconoce que es un desafío. Sobre todo porque el director de la cinta, Cristóbal Valderrama, es debutante. Pero a Fuguet le encantó el guión. "Es una comedia juvenil, loca, bizarra", adelanta. "Mezcla géneros, porque también tiene suspenso. Parte como la típica historia de dos personas que se van a vivir juntas, pero finalmente se enfrentan y cambia toda la trama". Incluso, en un acto de soberbia, se atreve a compararla con "El día de la marmota", donde actúa Bill Murray. Como sea, está claro que será una película con elenco taquillero: Javiera Díaz de Valdés, Nicolás Saavedra y Diego Muñoz. A eso se suman otros ingredientes: apuntará a gente joven y será totalmente urbana, pues estará rodada entera en Santiago, en los sectores que Fuguet llama "el nuevo Chile. Ése de los malls, del metro, de las carreteras. En el mundo donde todo es nuevo".

Primer Teaser de Malta con Huevo


eso.

viernes, 12 de enero de 2007

Inédito de Zurita.

Esta es una papa fresca bastante de mi gusto:

Javier García
La Nación


Zurita publica feroces cantos de amor.

En “Despertaré entonces”, el Premio Nacional reúne una serie de poemas inéditos, obra que será presentada el sábado 27. Lea un puñado de versos nuevos.

“El libro nació bajo la proposición del poeta Sergio Ojeda, quien hizo la selección, que recorre todo lo que he hecho, donde creo que se ve Chile a través de estos poemas. Además que es una editorial pequeña, que hace un esfuerzo heroico para publicar”, señala Zurita.

Para marzo y abril se espera la publicación de libros de los poetas Hernán Miranda, Armando Roa, Floridor Pérez, Francisco Véjar, Sergio Rodríguez Saavedra, Horacio Eloy y otros.

Esta vez el turno es de Zurita. “Poemas de amor” es una selección de sus más notables y feroces poemas sobre el tema. Salidos de sus libros: “Purgatorio” (1979), “Anteparaíso” (1982), “Canto a su amor desaparecido” (1985), “El amor de Chile” (1987), “La vida nueva” (1993), “Poemas militantes” (2000), “INRI” (2003), “Los países muertos” (2006), y en el último apartado aparece un grupo de poemas inéditos con el nombre de “¿Despertaré entonces?”.

Los poemas se inician con una interrogante, como “¿Veré entonces?”, “¿Sentiré entonces?”, “¿Estaré entonces?”, para cerrar el libro con “América”, donde se lee y canta el aullido desgarrador de la desolación y la ausencia.


¿OIRÉ ENTONCES?

(Poema inédito)

Corte. Las estrellas de la noche. Oh sí my

pretty lady my amor my señorita, sobre las

nubes vi el mar y sobre el mar miles de

rascacielos ascendían estelando la

abovedada noche. Es la noche americana.

Como ejércitos difuntos rastreándote los

rifleros cantan ascendiendo palomitay y

todos te buscan my amor my señorita

cantando en la noche cuajada de estrellas.

¿Los escuchas? ¿Me escucharás? ¿Te oiré

cuando despierte?

Corte. Como diminutos fósforos ardiendo

las últimas carabelas flotan sobre la

ingrávida noche y los infinitos rascacielos

ascienden cantando. Corte. A mi palomitay

se la han robado cuatro coraceros a ver si

puedo recatarla con... Las estrellas. Las

estrellas. Las estrellas. ¿Te oiré entonces?


La cursiva es mía.






RAE 2.0

Estaba leyendo unos documentos en la página rebelión.org y en la sección de conocimiento libre me pillé esta maravilla:

Te olvidaste de indicar que término deseas buscar en el diccionario.

¿Qué es RAE 2.0?

Es un servicio para una consulta más rápida y directa del Diccionario de la Real Academia Española, realizando tu consulta a la velocidad de la luz.

¿Cómo funciona esto?

Escribe -por ejemplo- rae2.es/palabra en tu navegadorEs realmente fácil, solo tienes que poner en la barra de direcciones de tu navegador preferido http://rae2.es/palabra y te redireccionará a la página pública del Diccionario, mostrando la definición que buscas. Además soporta tildes y eñes, no te olvides de ellas.




eso.

jueves, 11 de enero de 2007

La Idea

Es mas o menos evidente que para poder mantener un blog actualizado y todo eso es necesario bastante tiempo. Nosé, un rato todos los días, o por lo menos madurar ciertas ideas para no llenar de leseras estos espacios tan exóticamente útiles. Por eso es que recurriré con frecuencia a notas y artículos que me parezcan interesantes y de esa forma iré publicando mixturaras de autorías a modo de have fun readding and let me alone.

Uno cree que se tejerán cosas bacanes.

Pero mejor no ser tan optimista aún. Cuando tenga unas 20 publicaciones coherentes podré decir que no he perdido el hilo de la cosa.

Rikardo.-